La mente es un vasto océano, un universo en constante movimiento donde se entrelazan corrientes de pensamientos, recuerdos y emociones.
Su superficie puede parecer tranquila, pero en sus profundidades se ocultan remolinos de sensaciones, tormentas de ideas y secretos aún por descubrir.
Es en estos abismos donde residen las claves de nuestra identidad, los fragmentos olvidados de nuestras experiencias y los ecos de voces que nunca dejaron de hablar, aunque las hayamos silenciado.
A medida que nos sumergimos en este océano interno, nos encontramos con paisajes mentales inexplorados, donde los símbolos emergen como islas en la vastedad de nuestra psique.
Cada símbolo es un mensaje cifrado, una manifestación de deseos reprimidos, memorias enterradas o intuiciones aún no comprendidas.
Las emociones reprimidas, como corrientes submarinas, buscan expresión a través de los sueños, los impulsos creativos y las manifestaciones inesperadas en la vida cotidiana.
Este viaje transatlántico al inconsciente no es solo un acto de introspección, sino una travesía profunda hacia lo desconocido de nuestro propio ser.
La conexión entre nuestro mundo interno y la realidad externa se teje a través de pensamientos, sentimientos y percepciones que, aunque a menudo invisibles, guían nuestras acciones y decisiones.
Navegar por estas aguas requiere valentía y disposición para enfrentarnos a lo que yace oculto bajo la superficie, aceptando que cada ola nos acerca un poco más a nuestra verdad más profunda.
Con Amor,
Kate 🌷
El aprendizaje diario de vida... Aprender a navegar en este océano de experiencias!