Dormir, Descansar y soñar,
permiten que la psique lleve a cabo procesos de integración de las Experiencias Vitales.
Facilitando que el Cuerpo Emocional asimile sus aprendizajes.
(Dale espacio al Descanso)
El Yoga Nidra es una herramienta efectiva para quienes buscan descanso profundo y reconexión consigo mismos sin requerir experiencia previa en meditación o yoga.
Conocido como "sueño yóguico ó sueño consciente," es una práctica de meditación guiada que induce un estado de relajación profunda. Donde el cuerpo se relaja completamente y la mente permanece despierta y consciente; el practicante sigue las instrucciones de un guía que lo lleva a través de varias etapas de relajación y concentración, mientras te acuestas en una postura cómoda, generalmente en Savasana (acostado relajado boca arriba).
Este estado es altamente regenerativo y puede ayudar a aliviar el estrés, mejorar la calidad del sueño, reducir la ansiedad y promover un sentido de bienestar general.
Prepara tu Nido de Descanso:
Mi invitación es que dispongas de un lugar cómodo, agradable y donde te sientas completamente a gusto.
Un Nido de Descanso es un lugar mullido, confortable y seguro desde donde entregarte en total confianza al Descanso Profundo.
Puedes realizar la práctica en el suelo, sobre una esterilla de yoga...
Mi recomendación es que, cuando disfrutes de Yoga Nidra en tu casa, lo hagas en una superficie que te resulte muy cómoda, como tu cama, un sofá o una colchoneta de espuma.
¿Cómo regalarte un mayor confort?Una almohada para dar soporte a la cabeza y al cuello, y una almohada más para colocar debajo de rodillas, lo cual ayuda a minimizar cualquier incomodidad en la zona lumbar.
Puedes utilizar una almohadilla para cubrir los ojos o bien una tela suave, como un pañuelo o un foulard.
Ropa cómoda ó desabrocha botones, afloja o retira el sujetador, y todo tipo de accesorios como pulseras, relojes, cadenas, etc.
Abrígate: Como la temperatura corporal desciende durante la práctica ponte ó ten al lado una manta ó cobija para cubrir el cuerpo.
El entorno:
Lo que buscamos es crear un ambiente propicio para el descanso, utilizando una iluminación suave, acogedora, que te invite a la relajación y la introspección.
Procura que el espacio para la práctica esté ventilado, sin corrientes de aire. Cuida especialmente que no haya residuos de humo en el aire, como los de incienso ni tampoco ningún olor fuerte.
Si usas un difusor de aceites esenciales, utiliza exclusivamente aceites esenciales naturales.
La temperatura ha de ser agradable, evita aire acondicionado y calefacción excesivas, igual que para dormir, donde la temperatura ideal ha de rondar los 15º y los 21º.
En total intimidad contigo:
Y si bien la propia práctica nos va recordando cómo relajarnos y descansar ante cualquier tipo de estímulos, lo cierto es que al principio tal vez sea recomendable que las condiciones sean las más cercanas al silencio y quietud en el ambiente a nuestro alrededor.
Ha menos que vayas a compartir la práctica con las personas que viven contigo, puedas expresarles que procuren no interrumpirte durante tu práctica de Yoga Nidra.
Si en casa hay mascotas, mejor que queden fuera del espacio de práctica ya que en general tienden a acercarse, acurrucarse o directamente subirse sobre tú cuerpo que descansa y esto puede dificultar o interrumpir la relajación.
Prepara tu nido con amor:
Puedes hacer del momento de preparar el nido de descanso un ritual de autocuidado, escogiendo prendas que te hagan sentir a gusto, tu manta favorita, una almohada cómoda, etc.
Prepara el cuerpo físico:
Puedes tomarte un momento antes de iniciar la práctica para mover el cuerpo si lo necesitas, especialmente si sientes tensión física o carga mental. O tal vez no haya tensión ni carga, sino mucha energía acumulada, libera y suelta.
Mueve tu columna un poco arqueándola al inspirar y redondeándola al exhalar, permite al diafragma soltarse.
Tecnología en silencio:
Importante: silencia el teléfono, o ponlo en modo avión o apágalo directamente. Si utilizas un ordenador, cierra todas las ventanas que puedan tener una notificación sonora.
Al finalizar la práctica:
Una vez que abras los ojos ó aún estén los ojos cerrados; tomate el tiempo SIENTE LO QUE SIENTES para salir de la quietud; bostezos, suspiros, estirarte, masajearte, acurrucarte, todo es bienvenido.
Puede que sientas ponerte de pie y mover el cuerpo; permite que la expresión salga libremente ó tal vez sientas quedarte en una postura sentada y volver a entrar en el estado meditativo desde la verticalidad; contemplar el paisaje, observar el cielo, ver la vida sucediendo delante de ti, realizar una llamada a alguien especial, acariciar a tus mascotas o tener un momento de conexión con alguien que amas.
La práctica de Yoga Nidra, se trata de un espacio que cultivas para nutrirte, cuidarte,
regenerarte, generar espacio y vacío, silencio y escucha, integración y expansión.
Déjate sentir y pregúntate: ¿Qué siento en este momento? desde mi capacidad de elegir; ¿Cómo elijo honrar el espacio cultivado con la práctica?
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